Aspecto organizativo e innovador

¿Cómo podríamos mezclar diferentes aspectos innovadores en la organización de los centros como son temáticas mensuales, aprendizaje de conceptos en inglés y programas de acción tutorial?

La mejor forma es aplicar los elementos trasversales. El trabajar con otras asignaturas a la hora de organizar un aprendizaje de conceptos relacionados con alguna temática facilita la memorización de dichos conceptos ya que se trabajan desde diferentes áreas educativas. Por ejemplo, en educación física estamos trabajando el baile de hip-hop con alumnos de 1º de la ESO. Estos alumnos se estan aprendiendo un rap sobre el ciclo del agua, explicado por la profesora de Naturales. Además, dicho rap está en inglés, por lo tanto, los alumnos se aprenden la letra de la canción en inglés sobre el tema del ciclo del agua y los bailan en educación física. ¿Existe la relación o no?

Nosotros creemos que todos los temas se pueden relacionar, lo dificil es encontrar esa manera perfecta de hacerlo. Otro ejemplo sería el realizar una prueba de orientación con brújula en el medio natural con alumnos de 3º de la ESO. En este caso se relacionan diferentes materias para trabajar sus conceptos solapados, en varias ocasiones, con la educación física. Los alumnos trabajan los grados mediante el uso de la brújula (matemáticas), trabajan mapas físicos medieante los mapas de la prueba de orientación (Cièncias Naturales), trabajan vocabulario en inglés mediante la explicación del uso de la brújula y los mapas en dicha lengua (Inglés) y trabajan la resistencia aeróbica y la orientación espacial mediante la carrera entre balizas durante la prueba (educación física).

Todas las áreas se pueden relacionar, incluso la de música, ya que se puede relacionar esta área con la educación física mediante la percusión corporal. Los alumnos hacen ritmos musicales mediante el movimiento del cuerpo.

Si uno quiere y se estruja la cabeza puede aplicar cosas maravillosas a la eduación de los niños!

¿Qué es el currículum bimodal?

En primer lugar, para aquellos que desconozcan el currículum bimodal, se puede definir con la suma y la complementariedad de dos pilares básicos en las clases:

  1. El desarrollo de las competencias, el saber hacer es el eje en torno al cual giran todas las actividades de la clase, basada en la investigación activa de los alumnos, la elaboración de proyectos, la resolución de problemas… y todo bajo una perspectiva práctica.

Dichos procedimientos son evaluables con exámenes prácticos, en los que es posible consultar apuntes u otro tipo de fuentes, tal y como se haría en la vida cuotidiana. No obstante se educa para enfocar estas consultas hacia fundamentar una base, un apoyo, con el objetivo de resolver ciertos problemas aplicando lo aprendido, haciéndolo.

  1. Conocer vocabulario técnico y clave de cada eje temático. En este caso memorizar tiene relevancia, pero con el fin de poder profundizar en las actividades prácticas con mayor rigor y especificidad.

Para no abusar de los recursos que nos ofrecen las redes, es necesario exámenes de vocabulario, que ayude a retener conceptos en la mente. Esto ayuda en la comprensión lectora y auditiva, además de favorecer la creación de ideas propias a partir de los conceptos aprendidos.

Además de lo anterior, cada alumno elabora sus propios apuntes que le son de utilidad para resolver las situaciones de conflicto que surjan en cada tema a tratar. Poseen libertad para su elaboración y también se realizan cantidad de trabajos grupales, de proyectos, de aprendizaje servicio…

Respecto al bloque de vocabulario, el alumnado elabora un glosario con los esquemas de los conceptos pertinentes, del cual saldrán el 70% de las preguntas de los exámenes teóricos.

Este método aporta también un alto grado de importancia a la tutoría sobre todo como detector de dificultades y atención a la diversidad, así como a la inteligencia emocional, la autorregulación…

Como conclusiones de la propuesta y de diversos estudios, se vio que más del 80% del profesorado considera que los alumnos trabajan más y de forma más autónoma, aumentan su motivación y participación, facilita el trabajo colaborativo y el tratamiento de la diversidad y es un método que agrada mucho más al alumnado.

Además, se resalta una reducción apreciable en el fracaso escolar y a pesar del trabajo que supone implementar dicho método y de que también es costoso para los alumnos acostumbrarse a su uso, según el 70% de los profesores vale la pena el esfuerzo por los resultados obtenidos.

Para información más detallada, recomendamos la web del experto en el método, Pere Marqués: peremarques.net/curricuportada.htm

 

Cómo mejorar la organización desde un punto de vista innovador

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Vivir de la apariencia, ¿las redes sociales condicionan nuestras vidas futuras?

¿Qué tipo de personas estamos construyendo (la sociedad)?
Le damos mucha importancia a las imagenes que publicamos en las redes.
¿Necesitamos de la aprovación de los likes de los demás para ser más felices?
Usamos tanto los telefonos móviles que solo nos queda dormir con ellos...
Autoregulación, autoconcepto, autoestima...
¿La conectividad se puede extrapolar a la comunicación con la familia?
Los telefonos no son malos, lo malo es el uso que se les da.
¿Soluciones por parte de las instituciones?
 
 
 

Metodología idílica del profesor

En esta actual sociedad de leyes cambiantes se ha diseñado un sistema educativo entre un grupo de personas que van eliminando cada día la poca libertad que tienen los profesores. ¿Cómo se realiza verdaderamente ese cambio? Lo primero que se ha hecho es probar esos nuevos modelos metodológicos activos e integradores que ya están en funcionamiento en otros países y con excelentes resultados. Entonces, ¿Cómo se deben impartir esas nuevas metodologías traídas desde Europa central?

En primer lugar, “debemos ser conscientes de las funciones del docente porque este tiene la finalidad principal de facilitar el aprendizaje de sus alumnos”. (García, 2015). Según Robinson (2015) “el objetivo principal de la educación es preparar a los jóvenes para la vida después de la escuela ayudándolos a desarrollar recursos mentales, emocionales, sociales y estratégicos que les permitirán disfrutar de los desafíos y hacer frente a la incertidumbre y a la complejidad de la existencia”. ¿Cómo debería hacerse? Ofreciendo métodos que fuercen el desarrollo de las habilidades sociales. Mediante este objetivo ayudamos a los jóvenes a descubrir sus habilidades por ellos mismos y que se conozcan en sus diferentes facetas, que se fortalezcan y desarrollen la confianza, las capacidades y la pasión por la vida y el conocimiento de las cosas que les rodean ofreciéndoles infinitas posibilidades de actuación ante determinados sucesos.

Este mismo autor, además propone otros fines básicos de la educación que debería cumplir la cultura de las diferentes escuelas como el económico (la educación debe capacitar a los alumnos para convertirse en personas responsables e independientes económicamente), cultural (la educación debe capacitar a los alumnos para comprender y valorar su propia cultura y respetar todas las demás), social (la educación debe capacitar a los jóvenes para convertirse en ciudadanos activos y compasivos) y personal (la educación debe capacitar a los jóvenes para relacionarse con su mundo interior, además de hacerlo con el mundo que les rodea) (García, 2016).

En segundo lugar, ¿cuál sería la metodología idílica? Ciertos autores la definen y hacen sus aportaciones a cómo debería ser o que debería tener. Uno de esos autores es Benejam (2015) el cual “cree en la dignidad de la profesión y piensa que se debe trabajar con los futuros ciudadanos para ayudarles a tener bienestar, lo cual es un gran reto y una gran responsabilidad. También piensa que hay que mantener una actitud reflexiva, estudiosa, dialogante a nuevas aportaciones y que es necesario transmitir al alumnado esa pasión por el conocimiento. Además sería necesaria la reflexión sobre la práctica y hacer pensar a los alumnos sobre las experiencias diarias de clase y sus aportaciones a la tarea docente. Finalmente, el profesor debe saber que educar es un acto de respeto, de estima y de esperanza, por lo tanto, el saber no se puede separar de la afectividad (atender a las necesidades, escuchar…)”. Ese/a docente debe transmitir a sus estudiantes lo que se espera de ellos, que lo van a hacer bien y que todos ellos son capaces de grandes cosas, y así, de este modo se obtendrían mejores resultados en su aula.

Resaltando esto último, otro autor relevante como Bona (2015), piensa que “un maestro o profesor debe invitar al compromiso social de los alumnos haciéndoles conscientes de que ellos pueden hacer un mundo mejor, estimular el respeto al medio y los seres que lo comparten con nosotros, tener autoconocimiento (el propio profesor debe conocerse a sí mismo), estimular cada día la creatividad y la curiosidad, aprender a gestionar sus emociones para así poder guiar a los alumnos para que puedan gestionar las suyas, contagiar actitud, trabajar conjuntamente con los alumnos, padres y madres y administraciones locales, ser un individuo tecnológico y tener la mente abierta y estar preparado para encontrar cosas maravillosas a su alrededor”. Todos los días, el docente tiene la posibilidad de entrar en su aula y contagiar a su alumnado, de influir y de intentar mejorar la sociedad en la que vivimos con su actitud y disposición. Debemos favorecer las escuelas productivas de cara a la sociedad y “debemos invitarles (a los alumnos) a que analicen lo que sucede fuera, que ejerciten un punto de vista crítico, que interactúen con la sociedad y que reflexionen sobre lo que ellos mismos pueden mejorar, porque los niños pueden hacer cosas increíbles si se les da la oportunidad” (Bona, 2015)

Por último, los profesores y profesoras deben ejercer de líderes cumplir tres fines fundamentales para los alumnos que de acuerdo con Robinson (2015) se basarían en “la motivación (motivar a los alumnos para dar lo mejor de sí mismos a través de la pasión por sus disciplinas), la confianza (desarrollo de destrezas y conocimientos por parte del alumnado para sentirse seguros y poder seguir desarrollándose) y la creatividad (desarrollo de competencias y estímulo de la curiosidad para que los alumnos puedan pensar de manera original)”. De este modo, “el alumnado mejorará su rendimiento escolar si son liderados por profesorado que, además de realizar una adecuada gestión de los recursos disponibles en el centro, sepa motivarlos, creando un clima de confianza en el aula que se traduzca en una confianza en ellos mismos en el que la creatividad guíe su forma de pensar y actuar” (García, 2015). Teniendo esa visión de futuro, las escuelas mejoraran y, como consecuencia, la sociedad mejorará favorablemente.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Benejam, P. (2015). ¿Qué educación queremos? Barcelona: Octaedro.

Bona, C. (2015). La nueva educación. Los retos y desafíos de un maestro de hoy. Madrid: Penguin Random House.

Robinson, K. (2015). Escuelas creativas. La revolución que está transformado la educación. Barcelona: Penguin Random House.

García Carmona, M. (2015). La educación actual: retos para el profesorado.Revista Ibero-Americana de Estudos em Educação,10(4). Recuperado de file:///C:/Users/bistec/Desktop/MASTER%20SECUNDARIA/GESTI%C3%93N%20DE%20CENTROS/8262-21838-1-SM.pdf

 

¿Es posible cambiar el modelo educativo hacia uno menos estrictamente técnico?

En un principio, las decisiones sobre el modelo de educación que se aplica en los centros (en rasgos generales) vienen dictaminadas desde arriba, desde la administración. Tal vez, en mi opinión, para modificar el modelo educativo, debieran ser los centros quienes comenzasen por modificar su forma de entender y aplicar la enseñanza y cuando una gran parte de ellos funcionase adecuadamente de esta manera (como pasa en Finlandia, por ejemplo), podría comenzar a instaurarse una conciencia menos elitista y fijada en los resultados como la actual.

Dicen algunos autores, como Pérez Reverte, que suena todo eso del cambio de modelo a utopía, pero está claro que los aspectos sociedad a lo largo de la historia, nunca han dejado de transformarse. Y la educación no es para menos. Gracias a mi estancia en prácticas me doy cuenta que los trabajos integrados son posibles en las clases de la ESO, que biología, inglés y educación física pueden trabajar juntas para contribuir al aprendizaje significativo. Además también soy conocedor de que distintos tipos de metodologías activas se están llevando ya a cabo. Los trabajos colaborativos entre alumnos son frecuentes en muchos centros, la metodología de trabajo por proyectos se está comenzando a impartir. Aunque cueste un poco más de trabajo, hay docentes entregados que confían en los resultados que se obtienen con ella. El esfuerzo es menos esfuerzo si hay vocación.

El cambio no puede darse de forma repentina, tampoco sin cada uno de los miembros de la comunidad educativa. Si los profesores se involucran cada vez más,  uniendo sus asignaturas en trabajos integrados y trabajando en equipo, ése será el primer paso. Poco a poco se integrarán más asignaturas y menos serán los maestros que rehúsen este método. Con su trabajo en equipo será más fácil atraer a padres o familiares y comenzar a crear comunidades de aprendizaje donde todos los miembros tomen partido en la formación de los y las jóvenes.

Será cuando no sea extraño ver en la participación del proceso de aprendizaje  sólo de docentes y alumnado, cuando el cambio estará empezando a surgir, los procesos lentos, pero sin pausa, pueden llegar a movilizar a toda la comunidad. Los de arriba se darán cuenta y deberán actuar en consecuencia en el momento en el que esa situación se normalice en nuestra sociedad.

 

Examenes externos en los centros, ¿sí o no?

Nada de evaluaciones que clasifiquen a los centros.
Sí a la evaluación interna
 

¿Es bueno usar el móvil en las aulas?

En construcción...

Cómo Google hace su selección de personal

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Calatayud, toma de decisiones...

El juez Emilio Calatayud pone de manifiesto en el video un gran número de verdades que se vienen dando en estos últimos años, desde la poca autoridad que le queda al maestro hasta cómo a los niños les hemos colmado de derechos y han olvidado sus deberes.

https://www.youtube.com/watch?v=MhMnxEw5fI4

Este juez es reconocido por el tipo de pena que impone a aquellos menores que han cometido delitos. Estos castigos siempre tienen que ver con devolver un acto de provecho a la sociedad en el aspecto en que hubiesen delinquido, tratando de reeducar en valores aquellos chicos y chicas que han decidido dejarlos de lado. Un ejemplo de estas actuaciones sería el joven que debió pintar toda una estación de tren por propiciar destrozos en las vías y vagones.

Nosotros vemos en sus sanciones una forma peculiar, pero a la vez original y altamente reformadora para los jóvenes disruptores. Así es como se alejan los malos hábitos de los chicos y chicas y se crea conciencia y empatía sobre las acciones adecuadas, las menos adecuadas y sus consecuencias. Deberíamos aspirar a que este tipo de “castigo” no fuese, como hemos dicho anteriormente, peculiar, sino que se tuviera por ley imperante de muchos jueces y en los centros educativos.

 

Elección de los centros educativos

Aprovechando el artículo de Ferran Colom i Ortiz (desigualdades en el sistema educativo no universitario de la ciudad de Valencia), queremos hacer partícipe al lector del contexto vivido y de la situación a la que se enfrentan los ciudadanos, respecto a la elección de centros educativos y los diversos factores que a esta elección afectan en la ciudad de Valencia.

En dicha ciudad, la elección de los centros privados está afectada por el territorio y el nivel socioeconómico de la población, por lo que, como ejemplifica Colom (2012), “en la ciudad de Valencia los alumnos escolarizados en centros privados representaban en el curso 2009/10 un 55% del total de la ciudad, (…) valores claramente superiores al 32% del conjunto del Estado o del País Valenciano”. Además, en estos últimos años, en Valencia se viene aplicando un esquema básico de adecuación de la oferta y la demanda en el “mercado educativo”.

Lo anteriormente dicho sucede a consecuencia de la sobreoferta centralizada de escolarización, que deja como mínimos los centros de la periferia y conlleva la imposibilidad por parte de las familias medias de estas zonas por inscribir a sus hijos en los centros públicos de su entorno.

A su vez, la distribución del alumnado extranjero, normalmente con mayores dificultades de aprendizaje, en los centros públicos, también conlleva que los centros tengan que “adaptar” su nivel académico o “retrasar” ciertos aprendizajes. Esto desencadena en cierto desprestigio para este tipo de escuelas y hace que muchos padres prefieran otro tipo de escolarización para sus hijos. Para fundamentar esto, se observa como el 69,6% del alumnado extranjero en el conjunto de la ciudad de Valencia está escolarizado en centros públicos, pero hay que recordar que el porcentaje de escolarización total en centros públicos es solo del 45,2%.

A la problemática de la distribución de la escolarización según los centros y a la de la incorporación del alumnado extranjero, se tiene que sumar la de las desigualdades en la escolarización por la enseñanza bilingüe. Donde “el desequilibrio entre las dos redes educativas, pública y privada vuelve a ser el factor que mejor nos explica el déficit general de escolarización en modalidades de enseñanza mayoritariamente en valenciano (…)  durante el curso 2009/10, la escolarización en programas en valenciano en centros públicos llegaba al 25%, pero en los centros privados era solo del 2%. Eso significa que el 90% del alumnado escolarizado en programas de valenciano lo hace en centros públicos” (Colom, 2012).  

El autor señala, también, las políticas de “libre elección” (tanto en la tipología de centros según la titularidad, como en la tipología lingüística de los mismos) como un gran condicionante que incrementa la secesión de alumnos.

Se aporta como una posible solución a esta problemática “la necesidad de la implantación progresiva y generalizada de aquellas modalidades de enseñanza bilingüe basadas en un modelo de inmersión como el mejor mecanismo para asegurar una escolarización no segregada del alumnado extranjero, así como la extensión no discriminatoria de unas competencias que deben permitir a los jóvenes, independientemente de su origen familiar hacer uso activo de la lengua propia de la comunidad de residencia” (Colom, 2012). Asimismo, se solventarían también, de forma paulatina, las carencias de los jóvenes valencianos respecto a la lengua valenciana, cuyo nivel es marcadamente inferior al de la media de la comunidad. Lo que, resulta esencial a la hora de consolidar el uso social normalizado y socialmente integrador de una lengua.

En este contexto, pues, vemos marcadamente segregador el tema del plurilingüismo. No obstante, en otras comunidades como Andalucía, los factores de distribución del alumnado extranjero, la “menor” calidad o menor prestigio de los centros de la periferia de las ciudades junto a los prejuicios existentes al respecto pensamos son los mayores condicionantes a la hora de elegir centro educativo según las familias.

 

Colom i Ortiz, F. (2012). Desigualdades en el sistema educativo no universitario de la ciudad de Valencia. En García Castaño F.J. y Olmos Alcaraz, A. (Eds.), Segregación escolar y construcción de la diferencia en la escuela (pp. 29-40). Madrid: Trotta.